Finanzas Públicas

El as del Club París



La segunda quincena de mayo presenta grandes vencimientos para el Estado Nacional. En primer lugar, en el segmento de deuda local, deberá abonar más de ARS 300.000 M (0,7% del Producto). Por este motivo, el Tesoro preparó una licitación muy cargada este miércoles, en la que ofrecerá diez instrumentos con diferentes ajustes, tasas y plazos. Pero, sin desmerecer la importancia de este hito (que incluye condimentos como una gran porción en manos de acreedores internacionales), la fecha más exigente del mes está vinculada con los pasivos en dólares.

El 30 de este mes, Argentina afrontará el mayor vencimiento del año, cuando deberá desembolsar en un único pago casi el 20% de sus obligaciones anuales en moneda extranjera. Ese día está programado el pago de capital e intereses al Club de París por el equivalente a casi USD 2.500 M. Este vencimiento sería el último de una serie de pagos acordados en el año 2014, cuando se renegoció una deuda que permanecía impaga desde el default del año 2001. El arreglo establecía que estas obligaciones terminarían de pagarse en 2019, pero ese año quedó un remanente a cancelar el año siguiente. Sin embargo, con motivo de la pandemia y las renegociaciones en marcha tanto con el FMI como con los acreedores privados, ese evento se postergó hasta ahora.

De este modo llegamos a la fecha final de mayo de 2021, en la que nuestro país debería saldar su deuda con un importante acreedor institucional, lo que le permitiría desligarse de eventuales imposiciones de este. A pesar de eso, el monto requerido equivale al 37% de las Reservas Internacionales Netas del Banco Central, por lo que representaría una gran pérdida de recursos.

En una situación financiera que dista de ser holgada, un golpe tan grande al poder de fuego de la autoridad monetaria podría tensar la calma cambiaria y hacer esfumar la compra de divisas que hace diariamente este organismo. Sin embargo, evadir el pago también generaría dificultades financieras: esto dispararía cláusulas que elevan los intereses y punitorios que se adeudan, encareciendo significativamente los pasivos. Adicionalmente, sería una mala señal para el resto de los instrumentos de deuda internacionales de Argentina, que ya se negocian a precios de default.

Con esta desagradable lista de opciones a mano, el Presidente realizó una gira por Europa con el Ministro de Economía entre otros para discutir las condiciones bajo las cuáles postergar el pago. El Club de París no es un organismo en sí mismo (como el FMI o el Banco Mundial), si no un consorcio de países para llegar a acuerdos sobre deudas bilaterales, creado en 1956, casualmente a pedido de Argentina. La particularidad de estas renegociaciones es que suelen hacerse para deudas de países con acuerdos vigentes con el Fondo, algo que nuestro país actualmente no tiene. En este sentido, aunque no son de aconsejar, las autoridades de los países acreedores habrían solicitado al Gobierno que acelere la firma de un pacto con el FMI para poder llegar a un acuerdo sobre el pago más inmediato.

Esta segunda negociación se encuentra en marcha, pero los acuerdos no se alcanzan de un día para el otro. A dos semanas de la fecha límite, el asunto todavía no está resuelto. Esperamos que las autoridades locales recurran a hacer uso de los 60 días de gracia antes de entrar oficialmente en default para poder seguir negociando. Así, nuestra economía seguirá en un estado de incertidumbre a contrarreloj, a la espera de que las conversaciones no se estiren más de la cuenta.



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